¿Cuál fue la mejor temporada?
En principio te diría la 96-97 cuando salimos campeones del TNA con Belgrano de San Nicolás, con un equipo que en los planes previos estaba para salvarse del descenso.
Como entrenador, en cuanto a mi crecimiento profesional, la 2000/2001 cuando llegamos a la final de la liga con Libertad de Sunchales, donde hubo tantos problemas internos durante la temporada que me hicieron crecer 10 años como coach. Así y todo, el resultado deportivo fue extraordinario porque, como el otro, nadie imaginaba, ni los más optimistas que estaríamos jugando la final.
¿Qué les aconseja a los niños que se inician en el deporte?
Ser felices.
¿A que se va a dedicar cuando se retire del básquetbol?
Posiblemente a hablar con Dios, de básquet, porque seguiré dedicado hasta el último suspiro de mi vida. Igualmente soy contador público nacional y tengo algunos negocios particulares que hacen que pueda disfrutar más del básquet sin tanta presión por otras cosas.
Ese es un consejo para los que aman este deporte. Siempre hay que tener otras cosas para poder disfrutar el básquet y no sufrirlo. Mas en la profesión de entrenador donde no alcanza con saber mucho, ser muy buen profesional y mejor persona. Solo sirven los resultados.
¿Cómo se llama el equipo que dirige en la actualidad en Dubai? ¿Cómo ve el básquetbol en dicho país?
El equipo se llama Al WASL. El basquetbol aquí posiblemente no tenga ni tendrá futuro, no por falta de talento, que hay, sino por falta de hambre. Como no tienen hambre de ninguna clase (el gobierno hace mucho para que no tengan, ya que les da todo servido en bandeja), la dedicación, el profesionalismo, EL HAMBRE, no existe.
¿Cuál sería su quinteto ideal?
De los jugadores que dirigí en Argentina: Guillermo Gallo, Mariano Cerutti, Claudio Falabello, Jerome Mincy y Román Gonzalez.
¿Cuál fue la mayor alegría que le dio el básquetbol?
Realmente muchas, que superan ampliamente mis tristezas.
Poder disfrutar de muchísimos lugares del mundo con mi familia te diría que supera todas, incluso las deportivas.No solo conocer lugares, sino culturas totalmente distintas que hacen ver la vida con otros ojos. Y de no ser por el básquet, a muchísimos de ellos, hubiera sido imposible acceder.
¿En cuanto países dirigió? ¿Cuál fue el que más le gustó?
Dirigí en varios y conocí, por el básquet muchos otros.
Argentina, Venezuela, Panamá, México, España, Arabia Saudita, Republica Dominicana, Jordania, Emiratos árabes unidos, es donde dirigí.
Conocí por el básquet, además, Egipto, Brunei, Qatar, Kuwait, Bahréin, Líbano, Siria, Túnez, Puerto Rico, Estados Unidos, Marruecos, Francia, Italia, Alemania, y alguno más.
Todos tinen cosas muy interesantes, sea en lo cultural, historico, o belleza natural. Republica Dominicana nos parecio hermoso, Jordania maravilloso, y Egipto, sencillamente increible. Dubai es una maravilla para los ojos de un arquitecto. Pero, de todos podria decirte cosas muy lindas.
¿Qué anécdota rescata de su paso por Qatar?
En Qatar estuve solo 10 días por un torneo clasificatorio al preolímpico de Japón.
De arabia te puedo decir por ejemplo,
Mi primer contacto con el mundo árabe, recién llegado a Marruecos donde me encontraba con el equipo de Arabia Saudita para un torneo, copa de arabia, luego de los saludos de rigor, reunido con el manager, este usaba mucho una palabra, en ingles que es el idioma que se maneja, que yo no entendía, pero, para no pasar como un salame uno se hace el que si entiende. Repetía permanentemente, fonéticamente hablando, blai y blaier. Cuando volví a mi habitación computadora de por medio y con todos los traductores que existen en internet no pude descifrar que era. Sin contarles todo, les diré el final, porque seria muy largo que les diga todo lo que imaginaba y trataba de asociar sin resultado. Blai , era al final play, y blaier, era player. Allí usan la b y p como la misma cosa, al punto que un jugador mío, de nombre Priest, es su camiseta se lo habían puesto Briest, y el tipo se quería morir, de la risa.
Otra de allí fue, en uno de mis primeros juegos, en la charla del entretiempo, un par de jugadores no estaban. Bueno, espere un poco y como el capitán me daba el ok, arranque .
Al rato, uno me dice algo en araglish y sale, algo como permiso, luego otro, y así varios que se me iban. Yo pensaba que habré dicho, se ofendieron. No podrán imaginar todas las cosas que se te pasan por la cabeza. Cuando salgo veo en la cancha, toda la cancha, una alfombra gigante y como 500 tipos arrodillados rezando, entre ellos, obviamente, mis jugadores. Es que justo coincidió el llamado a rezar durante el entretiempo y ahí se para todo, y para ellos, puede estar hablando Phil Jackson que lo más importante es ir a rezar.
La verdad, sentí un alivio inmenso. Luego me explicaron lo que deberían haber hecho antes así me ahorraba el disgusto.
¿Qué amigos le dejó el básquetbol?
Gracias a Dios yo creo que tengo muchos y vivo pensando y disfrutando, que es así. Espero que mis amigos piensen lo mismo. Mi mejor amigo era de Regatas de San Nicolás, y se hizo de Belgrano, por mi. Creo que semejante gesto ya demuestra que siente lo mismo que yo. Gracias Lucas.
¿Qué consejo puede dejar para los entrenadores que desean llegar a liga?
Hay muchos, pero hay uno que no se si los ayudara a llegar a la liga, pero si los hará dormir tranquilos. Sean honestos, con Uds. Y con los demás. Trabajando se puede llegar, y quedarse. Siendo DESHONESTO, también se puede llegar, pero difícil que se queden o que puedan dormir tranquilos. Y, como dije para los niños, vale para los grandes, y para los coach, SER FELICES.
Desde éste Blog, agradecemos nuevamente la buena predisposición de Ricardo Maffei, mucho para rescatar y pensar que siempre se puede llegar a donde uno desea, los imposibles existen siempre y cuando uno no se permita soñar...
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